COLAPSO ABSOLUTO EN EL VIA-CRUCIS OFICIAL DE LAS COFRADÍAS DAROALIANAS; Como todos nos temíamos, debido a la gran devoción de las imágenes que este año presidían el Via-Crucis oficial de las hermandades penitenciales de Daroal, horas antes de las salidas del Señor del Madero y la Virgen de Debla desde sus respectivas sedes canónicas, la multitudinaria congregación de fieles en los alrededores de Santa Lucía y San Bernardo hicieron prácticamente imposible el discurrir de los cortejos que habrían de encontrarse en la Plaza Real sobre las 20,00h., para hacerlo finalmente en medio de una bulla titánica pasadas las doce y media de la noche, llegando juntos hasta el Templo Metropolitano hacia las dos menos cuarto de la madrugada. Una vez recibidas las sagradas imágenes en el interior por el Cabildo Catedralicio al completo, presidido por Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Primado don Catalino Ferrayoli, comenzaba el Santo Ejercício del Via-Crucis que finalizó a las cuatro en punto de la madrugada. A continuación estaba previsto que se separaran ambas corporaciones para seguir los siguientes itinerarios, la de Nuestro Padre Jesús del Madero: Desconsuelo, Medinaceli, Giralda, Plaza de Venecia, Pobres, Velázquez, San Juan de Dios, Porvera, Vinagre, Alfarería, Mesones, Tornería, Ojo y entrada; y la de la Virgen de Debla: Desconsuelo, Mercaderes, Montera, Refugio, Calderería, Plaza del Pan, Rumbo, Trono, Tormentos, Campo de San Bernardo y entrada. Pero el embotellamiento absoluto de fieles, canónicos, velas, ciriales, pasos y bandas de música, ha hecho imposible que hasta ahora (cuando son ya las 00,24h. del día 26 de febrero) ninguno haya podido salir de la Santa Iglesia Catedral. Unidades de emergencia del vecino Hospital de Los Mozárabes han asistido a varias señoras y al Cardenal Primado por desmayos y contusiones varias. Mientras tanto, la Gendarmería daroaliana trata de deshacer el entuerto para que tanto el Señor del Madero como la Virgen Gitana puedan por fin regresar lo antes posible a sus iglesias. En la imagen una bella fotografía de la Virgen de los Gitanos, Nuestra Señora de Debla, imagen de autor anónimo atribuida al escultor José Montes de Oca (Siglo XVIII) vestida de hebrea.