viernes, 16 de noviembre de 2007


RESTAURACIÓN DEL MANTO DE LA VIRGEN DE LAS BATALLAS;

La Hermandad del Cristo de la Condena y Nuestra Señora de las Batallas ha presentado recientemente el manto de la dolorosa tras la restauración a que ha sido sometido en el IDPH (Instituto Daroaliano del Patrimonio Histórico). El manto, que nunca había sido restaurado, se trata de una valiosa pieza de terciopelo negro bordado en oro a gran realce por Manuel Muñoz de Rivera en (1842). Según la portavoz del IDPH doña Sarita Justificado, la intervención (que ha durado media hora) ha consistido básicamente en la limpieza del terciopelo con una brocha y nada más ya que, para ella, los bordados se encontraban en perfecto estado. Pese a ello la Hermandad ha tenido que someterse a un gran desembolso económico de manera que, la próxima Navidad, se organizará en el patio del Convento una tómbola benéfica (donde se sorteará a la citada portavoz) para sufragar los gastos.

Datos de interés; La Virgen de las Batallas desfila el Jueves Santo en décimo quinto lugar con la Real Ilustre y Antígua Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Condena y Nuestra Señora de las Batallas, con sede en el Real Convento de San Pablo, situado junto al mar en la punta norte del barrio Esmeralda de Daroal.

Como singularidad cabe destacar que el manto de la Virgen presenta en su centro los dos soles del escudo de la ciudad, tal y como se puede apreciar en la fotografía adjunta.

El palio fue bordado también sobre terciopelo negro por Concepción Peláez en (1896) así como los faldones (1900). El juego de varales y moldurón de los respiraderos son de Carolina Balsapié (1895). Juego de jarras, candelería, peana y candelabros de cola de Seco Velasco (1942). La corona es de Joyería Dalmás (1919).

Por último reseñar el entrañable acto de la Humillación, que cada Jueves Santo (ya viernes de madrugada) realiza la Virgen de las Batallas con el Cristo de la Sentencia, cuando ambas hermandades, una de recogida y la otra de camino hacia la carrera oficial, coinciden en el Campo de la Aduana Vieja, componiendo una de las mas ancestrales y devotas estampas de nuestra Semana Santa.