domingo, 30 de marzo de 2008







CRÓNICA DE LA SEMANA SANTA DE DAROAL 2008
Capítulo III (Lunes Santo);

El Lunes Santo en Daroal se caracteriza por ser una de las jornadas de cofradías de mayor carácter daroaliano. Hicieron su estación de penitencia quince cofradías.
A la hermandad del Cristo de la Piedad y Nuestra Señora de Belén con San Juan (la loca), por su antigüedad le corresponde el penúltimo lugar, pero debido al estado mental de sus hermanos (casi todos residentes del manicomio) y los desórdenes que ésto provocaba, el Síndico del Común de Hermandades y Cofradías le otorgó el primer lugar para entrar en la carrera oficial y de ésta manera evitarlos. Aún así, es muy común que la hermandad improvise un recorrido distinto del trazado inicialmente para llegar a la catedral, y entre repentinamente en la carrera cuando a ellos les parece. De éste modo, cuando se disponía a entrar en la calle Sol el paso del Cristo del las Cadenas (de la hermandad del Cristo de las Cadenas y Nuestra Señora de Coromoto), que es la cuarta del día, irrumpió de pronto la cruz de guía de "la loca" y, sin tener en cuenta que ya había media hermandad de las Cadenas dentro, comenzó su entrada a bombo y platillo como siempre suele hacer, con lo que éste año ha entrado en cuarto lugar. El paso del Cristo de las Cadenas aguardó pacientemente en la desembocadura de la calle Génova, donde ya se hallaba situado y cuando ya terminó de entrar la Virgen de Belén, continuó resignada con su entrada en carrera el resto de la hermandad.
Hay que apuntar que a su regreso, también la hermandad de "la loca" se "equivocó" de recorrido lo que provocó que entrara tres horas tarde, sin apenas nazarenos y con todas las insignias de los tramos de la Virgen metidas en un carrito.

La hermandad de la Tentación en el Desierto inundó de devoción con la veneradísima imagen del Santo Cristo del Socorro, que desfiló con gran recogimiento y solemnidad por las calles del barrio de San Miguel.
Muy esperada fue la aparición en la carrera de la Piadosa Hermandad del Santo Cristo del Veneno y Nuestra Señora de la Soledad. Aunque los dos pasos desfilaron sin música como amonestación por los sucesos acaecidos en el pasado Vía Crucis de las Hermandades de Daroal, ambos fueron recibidos con grandes ovaciones y multitud de saetas, sobre todo a la Madre de los soleanos que tan querida es por sus hermanos y por toda la ciudad. También fue recibido con aplausos su presidente Lord Henry Wotten, a quien todo el mundo pedía que no dimitiera de su cargo. La devota responsable de los desórdenes (que como se prometió, iba a su lado) no pudo contener la emoción y solicitó ser acompañada al cercano café de París para poder tomar un refrigerio (con el que cayeron además dos puritos habanos, regalo de la dirección del café).
El regreso a su barrio del Campo de Hércules fue apoteósico y la entrada en San Hermenegildo de cine. Todas las calles estaban apagadas en señal de protesta por la sanción del Síndico y solo las velas de los pasos y una gran hoguera prendida en la cala del Veneno iluminaban en parte la entrada de la hermandad. Si cada año las saetas al Señor del Veneno y a la Madre de la Soledad son un clásico de nuestra Semana Santa, éste año lo fueron aún mas. No hubo balcón del que no brotara una saeta o una sentida plegaria. Incluso se lanzaron algunos discursos alusivos al castigo. Finalmente ante una sentida y cerrada ovación de todo el barrio, se recogió éste año la cofradía pasadas las tres y media de la madrugada.
Muy concurrido fue el regreso de la hermandad del Cristo de las Aguas por la plaza de la Porvera, así como el de la Venerable Cofradía del Cristo de la Caña y Nuestra Señora de la Sangre por la embajada de Amper en el palacio de Sión. La señorial hermandad del Nazareno y Nuestra Señora de la Palma a su paso por la mezquita mayor de San Vicente, en el antiguo barrio árabe y la del Despedimiento por las silenciosas calles de San Sebastián, pusieron broche de oro a una brillante jornada llena de emociones, ya inmersos de pleno en la madrugada del Martes Santo.

En las fotografías, un grabado de la Virgen de Coromoto (de la hermandad del Cristo de las Cadenas), la Virgen de la Palma de la Real Cofradía del Nazareno de San Vicente y la Venerada imagen del Santo Cristo del Socorro, de Hermandad de la Tentación en el Desierto.

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