lunes, 28 de octubre de 2013

 
MEMENTO MORI: 1 de Noviembre de 2013. 1. PASO DE LA TARASCA; Manuel Jesús Chiappi Gázquez 2007 (Chapitel Conservación y Restauración). Réplica fiel de una Tarasca barroca fechada en Granada en (1762). Real Colegiata de Santa María la Mayor. Antequera (Málaga). La Tarasca (del francés Tarasque, y éste del topónimo de la localidad de Tarascón, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia) es una criatura mitológica cargada de simbolismo sobre la vida, la muerte y el pecado cuyo origen se encuentra en una leyenda de Santa Marta. Según cuenta, esta criatura que habitaba en Tarascón, Provenza, provocaba el terror por doquier. Se describe como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión. El Rey de Tarascón había atacado sin éxito a La Tarasca con todas sus filas y su arsenal, hasta que Santa Marta encantó a la bestia con sus plegarias, y volvió a la ciudad con ella domada. Los habitantes aterrorizados atacaron a la criatura al caer la noche, muriendo allí mismo sin ofrecer resistencia. Entonces Santa Marta predicó un sermón a la gente y convirtió a muchos de ellos al cristianismo. Arrepentidos de dar muerte al domado monstruo, los habitantes cambiaron el nombre del pueblo a Tarascón. Las tarascas eran pasos que acompañaban a las procesiones del Corpus en el siglo XVII y sobre todo en el XVIII, compuestos por un dragón de siete cabezas y una figura femenina que representa la Fe. La Fe está personificada como una joven ataviada con túnica talar y manto sosteniendo en su mano derecha el atributo principal de dicha virtud teologal, la Sagrada Forma, que en esta ocasión se presenta guarnecida en una custodia, aunque a veces también se representa sobre un cáliz. Se dispone sobre un castillo, que la convierte en inexpugnable, para imponerse sobre la bestia, imagen del mal y del pecado que es preciso aniquilar. Fue habitual en los desfiles no sólo de las fiestas del Corpus andaluzas durante el Barroco, sino también de muchas celebraciones religiosas (traslado de imágenes a sus nuevos templos o dedicaciones de iglesias). Acompañamiento musical: Agrupación Musical Getsemaní.

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