lunes, 15 de abril de 2013

CASO HABANA. RESOLUCIÓN DEL JUICIO (Parte 2); FISCAL (dirigiéndose al primer Oficial Judicial y hablando bien alto y claro): Desde la Fiscalía queremos subrayar la prohibición expresa vigente sobre la utilización de celulares, disfraces y comidas durante el transcurso de la sesión. Por tanto exijo que las personas que incumplen la normativa de estancia en esta Sala abandonen dicha actitud o sean reglamentariamente desalojadas; de lo contrario la Acusación impugnará el comienzo de la vista. (La lista de infractoras es interminable: Topacio del Cerro y Perlita Rinconera escriben y hablan con sus móviles una y otra vez, presentando además la primera un aparatoso cardado en el pelo que obstaculiza la visión de todo lo que se encuentra detrás . Rocío Arrayanes ha venido escoltada por dos grandes bolsas de plástico, de las que no cesan de salir todo tipo de chucherías e incluso alimentos precocinados. Isabel Arroyo y Samanta Watson –aunque a escondidas- hacen lo propio con bebidas y pitillos. Yumara de Jerez viene camuflada tras unas grandes gafas multicolor y Pastora de Shangai bajo una inmensa pamela que hasta dificulta su propia estabilidad. Todas son obligadas a obedecer y el mismo Oficial anuncia la entrada del Juez en la Sala) OFICIAL JUDICIAL: Todos en pie, entra su Señoría el Juez Quindós. JUEZ: Pueden sentarse. (Se dirige al Fiscal) Comience la Acusación. FISCAL: (Se dirige al Juez, al Jurado y a todos los asistentes de la Sala) Como todos sabemos la noche del día 8 de agosto de 2011 se produjo un desgraciado siniestro que puso en riesgo multitud de vidas y acabó con el histórico Café de la Habana, todo un símbolo de nuestra ciudad. Varias personas fueron imputadas en el delito de incendio por diferentes motivos Señoría, muchas de ellas interrogadas en esta misma sala, exculpándose de un modo u otro de los hechos. Y aunque bien es cierto que un incendio puede producirse de manera fortuita en cualquier lugar y momento, lamentablemente existen pruebas más que suficientes para pensar que el del Habana fue intencionado. (Exclama ahora al resto de la concurrencia) La lógica dice pues que uno de ellos miente ¡Y la experiencia me dice que mienten todos! (Un rumor generalizado invade toda la Sala).
La del Habana es la crónica de una muerte anunciada Señoría, era algo que desde hacía tiempo y, sobre todo, desde que se eligió como sede del certamen Operación Volante tenía que ocurrir más tarde o más temprano. Solo era cuestión de tiempo que la tragedia se produjese. (Comienza ahora a señalar a las principales acusadas una a una) Para Isabel Arroyo supuso un gran descrédito el hecho de que el año de su participación el concurso quedara desierto. Fuentes cercanas y fidedignas nos aseguran que la artista no pudo soportar lo que consideraba una afrenta y pensó en tomar medidas ante la organización, pero su repentina viudedad y posteriores y conocidas adicciones dejaron el asunto aparentemente aparcado. (La Arroyo permanece altiva e impasible ante las palabras del Fiscal mirando al frente). Nieves 13, Rocío Arrayanes y Amparito Clavel, cada una en su edición, sufrieron extraños accidentes durante la prueba. La primera permaneció atrapada en la trampilla que debía desalojar a las participantes eliminadas durante tres largos días, o eso nos hicieron creer, al parecer por un fallo en el mecanismo. Sin embargo, otras cantantes fueron expulsadas tras ella por el mismo método y ninguna advirtió nada. Qué extraño. Tres días después reapareció de repente en condiciones deplorables, y ni siquiera ella misma interpuso demanda alguna por daños y perjuicios. Además, si no fue ella la arrojada ¿A quien se lanzó desde la torre en aquella expulsión? Pues lanzamiento hubo y el saco iba ocupado. Un turbio asunto que incomprensiblemente se pasó por alto, sin más. (A diferencia de Isabel Arroyo, Nieves 13 sigue atentamente cada movimiento del Fiscal). En el segundo caso, debido a un supuesto error de cálculo en la situación la colchoneta que había de amortiguar el golpe, en la noche de su eliminación la artista Rocío Arrayanes sufrió una aparatosa caída desde la torre del Pópulo que a punto estuvo de costarle la vida. ROCÍO ARRAYANES: Diga usté que zi don Jué ¡No hay derecho! JUEZ: ¡Silencio! Señorita Arrayanes limítese a contestar sólo cuando se le pregunte. R.A.: Miré usté que aki estamos toas más callás que en miza y… JUEZ: ¡Silencio he dicho! Señorita Arrayanes, la próxima vez que obstaculice la vista será desalojada de la Sala. R.A.:  (Suelta las bolsas que lleva consigo y poniéndose de pie) ¿Que yo la tapao la vista a quieeén? JUEZ: ¡Oficiales! ¡Llévense inmediatamente a la acusada! (Dos oficiales sujetan a la folclórica mientras ésta continúa gritando) R.A.: ¡No hay derecho! ¡Man querío mataá! ¡Justicia pa er Trabuco! (Desaparecen los gritos por el pasillo en medio de un gran revuelo, mientras el murmullo del público se apodera de la Sala). JUEZ: ¡Silencio! ¡Silencio! Puede continuar la Acusación. FISCAL: El tercer accidente misterioso es el de la artista Amparito Clavel. Parece que un intencionado desajuste en las costuras del vestido con el que debía debutar, hizo sembrar el pánico  provocando su urgente expulsión y  posterior detonación en plena vía pública causando graves destrozos. Otro hecho que, aunque la damnificada cupletista juró vengar a voz en grito, inexplicablemente, tampoco se denunció. (La Clavel asiente indignada con la cabeza). Continuará.
En la imagen "El Juício de Salomón" de José de Ribera (h.1609-10).

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