POR FIN, FIN DEL VIA CRUCIS DE LAS COFRADÍAS DAROALIANAS 2013; Ayer viernes día 22 de febrero sobre las once de la noche (una semana después de su salida) finalizó por fin la anárquica procesión en que se ha convertido el Via Crucis de las cofradías daroalianas, con la entrada de la Guardia de Tiberio tras el aparatoso enredo con la cabalgata de los Reyes Magos y la Hermandad del Rocío de Daroal, la una que deambulaba cual potro desbocado desde el pasado 5 de enero, y la otra supuestamente traida por el meteorito (o asteroide, aún no se sabe) que el pasado día 16 de febrero cayó en Rusia, un cuerpo que “entró en la atmósfera a una velocidad de 18 kilómetros por segundo y en 32 segundos se desintegró”, según explicó Bill Cooke, jefe de la oficina de meteoritos del Marshall Space Flight Center de la NASA. El hecho de que se desintegrara, como lo hizo, da ya alguna pista sobre su composición: no era de hierro/níquel. Cabe esperar que se produjera un gran número de meteoritos que llegaran al suelo, entre los que se encontraban carretas y peregrinos de la Hermandad del Rocío de Daroal, desaparecida desde el pasado mayo de 2012 tras convertirse en un dramático alud en el Camino de Moguer de la aldea almonteña. Primero se encaminó toda la comitiva (pasos, bandas, centuria, cabalgata y rocieros) hasta la Real Parroquia de Santa Marina donde se recogió entre palmas y alegría la Hermandad del Rocío de Daroal. Después se dejó el carrito del hipercor utilizado para la cabalgata en un almacén de la cercana calle Pelota. A continuación la Cruz de La Diablesa, la Guardia de Tiberio y la Virgen del Desconsuelo y Soledad acompañaron al paso del Santo Sepulcro hasta su sede de la Iglesia de San Dionisio, después hasta la Capilla de Santa Rosa de Lima donde entró la Virgen del Desconsuelo y Soledad y por último al Convento de San Bernardo donde reside La Diablesa. Para finalizar la Guardia de Tiberio regresó sola al Hospital de los Mozárabes, sede de la Real Archicofradía de la Sangre a la que pertenece esta centuria romana. En la cabecera una fotografía de Nuestro Padre Jesús en el Santo Sepulcro, imagen perteneciente a la Cofradía del Imperio Romano que ha participado en el nuevamente infortunado Via Crucis oficial de este año.